El Centro Cívico de Bariloche es una postal clásica que no podés dejar de visitar. Con su estilo arquitectónico alpino, su icónica torre del reloj y vistas privilegiadas al lago Nahuel Huapi, este espacio es el punto ideal para comenzar tu recorrido por la ciudad. Aquí también está el Museo de la Patagonia Francisco P. Moreno, un lugar imprescindible para conocer en profundidad la historia natural, la cultura de los pueblos originarios y las primeras exploraciones que moldearon esta región tan fascinante. Visitar el museo es la mejor forma de entender el entorno antes de salir a descubrirlo.
Desde el Centro Cívico se despliega la calle Mitre, la principal arteria comercial y turística de Bariloche. Este paseo vibrante está lleno de chocolaterías artesanales de renombre, tiendas de recuerdos, cafés con encanto y panaderías que te van a tentar con sus aromas y delicias. Clásicos como Mamuschka y Rapa Nui conviven con propuestas más nuevas, creando una mezcla perfecta para todos los gustos. Pasear por Mitre es disfrutar de la vida barilochense a paso tranquilo, en cualquier época del año, con el lujo de poder detenerte a saborear un buen chocolate o simplemente mirar el ir y venir de turistas y locales.
• Tour a pie sobre la inmigración alemana y su historia
Aunque no es el cerro más alto de Bariloche, el Cerro Campanario se destaca por ofrecer una de las panorámicas más espectaculares de toda la región. El ascenso se realiza cómodamente en aerosilla, un paseo de pocos minutos que te lleva hasta un mirador de ensueño. Desde allí, vas a poder contemplar en 360° los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, las penínsulas que se adentran en el agua, las montañas majestuosas y los frondosos bosques que abrazan la ciudad.
Este plan es ideal para quienes buscan una actividad breve pero memorable, perfecta para capturar fotos impresionantes o simplemente para quedarse un rato disfrutando del paisaje y la tranquilidad del entorno. Sin dudas, el Cerro Campanario es una parada obligatoria para conectar con la naturaleza y la belleza única de Bariloche.
El Circuito Chico es, sin dudas, uno de los recorridos más emblemáticos y completos para vivir la belleza natural de Bariloche. Este trayecto panorámico, ideal para hacer en auto, bicicleta o con una excursión guiada, despliega paisajes que parecen sacados de un cuento: lagos inmensos como el Nahuel Huapi, bosques centenarios, cerros majestuosos como el Campanario y el Llao Llao, y miradores que regalan postales inolvidables, como el famoso Punto Panorámico.
Durante el recorrido vas a tener la oportunidad de detenerte en sitios increíbles, como el icónico Hotel Llao Llao, donde la arquitectura se funde con el entorno natural, o caminar por el sendero del bosque de Arrayanes, con sus árboles de troncos color canela que parecen salidos de otro mundo. Además, no podés perderte una parada en Villa Tacul, un rincón de paz donde el color turquesa del lago se refleja en aguas tranquilas, y el Puente Romano, una construcción pintoresca que se oculta entre la vegetación, completa esta experiencia que conecta naturaleza, historia y tranquilidad en un solo viaje.
• Excursión de medio día a Circuito Chico
• Excursión de medio día a Circuito Chico con Cerro Catedral
• Excursión de medio día a Circuito Chico con Cerro Campanario
Imaginá navegar por las aguas cristalinas y azul intenso del lago Nahuel Huapi, rodeado por el imponente paisaje de montañas nevadas que enmarcan esta región de la Patagonia. Desde Puerto Pañuelo comienza esta travesía que te lleva primero a la Isla Victoria, donde podés caminar por senderos entre árboles altísimos y disfrutar de vistas panorámicas que parecen sacadas de un sueño. Es un entorno ideal para conectar con la naturaleza y dejarse maravillar por su silencio y belleza.
Luego, la excursión continúa hacia el Bosque de Arrayanes, un rincón mágico donde estos árboles de corteza canela, únicos en el mundo, parecen sacados de un cuento —incluso inspiraron a Walt Disney para su película Bambi. Los guías expertos que acompañan la visita comparten datos fascinantes sobre la flora, la fauna y las leyendas de este Parque Nacional Nahuel Huapi. Este paseo es perfecto para hacer en familia, en pareja o con amigos, combinando aventura, aprendizaje y momentos de tranquilidad en un paisaje incomparable.
• Navegación en catamarán por la Isla Victoria y el Bosque de Arrayanes
El Cerro Catedral es la joya más destacada de Bariloche y uno de los centros de esquí más importantes de Argentina y Sudamérica. Durante el invierno, se convierte en el paraíso para los amantes del esquí y el snowboard, con pistas para todos los niveles y una infraestructura completa que incluye escuelas para principiantes, alquiler de equipos y opciones para divertirse en la nieve como trineos y caminatas. La energía y el ambiente en la base del cerro son únicos, con restaurantes y locales para descansar después de un día en las pistas.
Pero el Cerro Catedral no es solo un destino invernal: en verano sus senderos y paisajes invitan a hacer trekking, paseos en bicicleta de montaña y excursiones de naturaleza. Subir hasta sus miradores es una experiencia imperdible para admirar la majestuosidad de la cordillera, los lagos turquesas y los bosques que lo rodean. Tanto si sos deportista como si simplemente querés disfrutar del aire libre y las vistas, el Cerro Catedral tiene algo para ofrecerte durante todo el año.
• Excursión de medio día al Cerro Catedral
Imaginá deleitarte con una porción de torta mientras contemplás un paisaje de montañas y lagos que cambia lentamente a tu alrededor. Eso es justamente lo que ofrece la famosa confitería giratoria ubicada en la cima del Cerro Otto. Para llegar, podés tomar un cómodo teleférico que en pocos minutos te eleva desde la ciudad hasta este mirador privilegiado, donde las vistas panorámicas de 360 grados te dejarán sin aliento.
Pero el Cerro Otto es mucho más que su confitería: en la cima también encontrarás senderos para caminar rodeados de naturaleza, áreas para actividades recreativas y un centro de arte con réplicas de esculturas clásicas que aportan un toque cultural muy especial. Esta combinación de naturaleza, arte y gastronomía convierte la visita en una experiencia original e imperdible durante tu paso por Bariloche.
A 25 kilómetros de Bariloche, Colonia Suiza es una aldea que conserva todo el encanto de sus orígenes europeos y donde el tiempo parece transcurrir con calma. Sus casas de madera y piedra, rodeadas de jardines coloridos, crean un ambiente apacible y pintoresco. Cada fin de semana, las ferias artesanales se llenan de productos locales, desde tejidos hasta mermeladas caseras, perfectos para llevar un pedacito de la Patagonia contigo.
Pero lo que realmente hace única a Colonia Suiza es su tradicional curanto, una antigua forma de cocinar alimentos bajo tierra con piedras calientes, que podés disfrutar acompañado de música folclórica y el aroma de los bosques. Además, no faltan las cervezas artesanales y los dulces regionales que redondean la experiencia. Este pueblo es ideal para quienes buscan una escapada auténtica, llena de historia, sabores y un ambiente familiar que remite a los Alpes europeos sin salir del sur argentino.
• Excursión a Circuito Chico y visita a Colonia Suiza
Si viajás con chicos o simplemente querés un plan relajado cerca del centro de Bariloche, el Cerro Viejo es una opción ideal. Podés subir cómodamente en la aerosilla panorámica que te lleva hasta un mirador desde donde se ven vistas hermosas del lago Nahuel Huapi y de la ciudad, un paisaje que invita a sacar muchas fotos y disfrutar del entorno en calma.
La diversión continúa bajando en el tobogán de trineo, una actividad sencilla pero muy entretenida para grandes y chicos, que añade un toque de aventura al paseo. Además, en la cima hay una confitería donde podés merendar mientras seguís disfrutando del paisaje, haciendo de esta visita un plan completo para toda la familia o para quienes buscan un momento tranquilo con vistas increíbles.
Ubicada en el corazón de Bariloche y con el imponente lago Nahuel Huapi como telón de fondo, la Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi es una joya arquitectónica del sur argentino. Su diseño neogótico, con muros de piedra gris y hermosos vitrales de colores, se funde armoniosamente con el entorno natural, creando un ambiente sereno y cautivador. La fachada y las torres de la catedral se destacan como un punto de referencia emblemático para locales y visitantes.
El interior invita a una pausa tranquila, ideal para admirar con calma sus detalles artísticos y el juego de luces que atraviesan los vitrales. Además, el parque que la rodea es un espacio verde encantador donde podés sentarte a descansar, contemplar el lago y respirar la calma característica de esta ciudad patagónica. La visita a la catedral es, sin dudas, un momento de recogimiento y belleza en tu recorrido por Bariloche.
A poco más de 90 kilómetros del centro de Bariloche, el majestuoso Cerro Tronador se alza como un gigante de más de 3.400 metros que marca la frontera natural entre Argentina y Chile. Su nombre proviene del estruendo característico que generan los desprendimientos de hielo en sus glaciares, un sonido que recuerda a truenos lejanos y que le da un aura mística y poderosa. Visitar el Tronador es adentrarse en un paisaje de montaña único, donde la grandiosidad de la cordillera y la pureza de sus nieves te envuelven.
Uno de los puntos más fascinantes dentro de esta excursión es el Ventisquero Negro, un glaciar que destaca por su inusual color oscuro, resultado de sedimentos y rocas que contrastan fuertemente con el blanco inmaculado de las nieves perpetuas. El recorrido te regala paisajes variados y sobrecogedores: lagos cristalinos, cascadas rugientes, bosques frondosos y caminos panorámicos que invitan a detenerse en cada mirada. Esta experiencia es ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura, ofreciéndote un contacto profundo con la majestuosidad de la Patagonia.
• Excursión al Cerro Tronador
Desde Puerto Pañuelo, comienza una de las excursiones más verdes y refrescantes de la región: la navegación hacia Puerto Blest, un rincón donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Al llegar, te recibe un bosque exuberante, con alerces milenarios, helechos gigantes y una biodiversidad que parece sacada de un cuento. El ambiente es de pura tranquilidad, con el canto de aves y el murmullo del agua como banda sonora natural.
Desde Puerto Blest, un sendero equipado con pasarelas te conduce a la majestuosa Cascada de los Cántaros, donde el agua cae en un salto impresionante que se funde con la vegetación frondosa, creando un escenario digno de película. Algunas excursiones incluyen además una visita al Lago Frías, cuyas aguas color esmeralda brillan gracias al aporte del deshielo glaciar. Este recorrido es ideal para quienes buscan conectarse con la esencia pura y serena de la Patagonia, disfrutando de paisajes que combinan agua, bosque y montañas en perfecta armonía.
• Travesía a Puerto Blest y Cascada de los Cántaros
Aunque Bariloche es conocida mundialmente por sus paisajes nevados y el esquí, el verano ofrece otra cara encantadora de esta ciudad: sus playas a orillas del lago Nahuel Huapi. Estas playas, con aguas cristalinas y frescas, son perfectas para relajarse, tomar sol y conectarse con la naturaleza en un entorno de montaña. El aire puro, el silencio interrumpido solo por el viento y el canto de los pájaros hacen que cada visita sea un momento especial y renovador.
Entre las playas más populares para disfrutar del verano se encuentran Playa Bonita y Playa Serena, ideales para familias y picnics al aire libre; Bahía López, perfecta para quienes buscan un lugar más tranquilo y apartado; y Playa Con y Sin Viento, que ofrecen diferentes opciones según las condiciones climáticas. Playa Melipal es un sitio hermoso para caminar y explorar, mientras que Playa del Centro, la más cercana al corazón de Bariloche, es un punto de encuentro para locales y turistas que buscan un descanso rápido junto al agua. No olvides llevar mate, una manta y muchas ganas de disfrutar una tarde inolvidable frente al majestuoso lago Nahuel Huapi.
El Museo del Chocolate Havanna es una parada imperdible para los amantes del chocolate, tanto grandes como chicos. Allí, podés sumergirte en la historia de esta icónica marca argentina y conocer todo el proceso de elaboración del chocolate, desde la selección de los ingredientes hasta el producto final que conquista paladares. Además, podés disfrutar de degustaciones, siendo el chocolate caliente uno de los favoritos para reconfortar el alma, especialmente en los días frescos de Bariloche.
• Tour del Chocolate en Bariloche
La gastronomía de Bariloche es un reflejo de su entorno natural y su mezcla cultural, y disfrutarla es una parte esencial de cualquier visita. Podés deleitarte con platos que van desde la frescura de la trucha patagónica, recién pescada en ríos y lagos, hasta el sabor intenso del cordero patagónico asado, una verdadera joya local. Las pastas caseras, legado de la inmigración europea, se combinan con ahumados artesanales y guisos de montaña que reconfortan el cuerpo y el alma después de un día de excursiones.
Para el postre, las opciones también son irresistibles: el kuchen y el strudel de manzana, recetas traídas por colonos alemanes y suizos, acompañan a la perfección un helado artesanal elaborado con frutos rojos locales, que aporta frescura y dulzura natural. Además, la creciente escena de cervecerías artesanales en Bariloche ofrece propuestas variadas, desde las clásicas cervezas rubias hasta opciones más innovadoras, ideales para acompañar la comida y brindar por la experiencia patagónica.
Cuando el clima en Bariloche se vuelve lluvioso o frío, no hace falta perder la diversión ni quedarse encerrado. El Shopping Patagonia, ubicado en el corazón de la ciudad, se presenta como una opción ideal para aprovechar la tarde. Allí vas a encontrar una variada oferta de tiendas, desde moda hasta artesanías locales, un cine para disfrutar de los últimos estrenos y un patio de comidas con opciones para todos los gustos y presupuestos. Es un espacio cómodo y cálido donde pasar el tiempo sin importar el clima.
Además, muchas excursiones y actividades en Bariloche cuentan con alternativas para días con condiciones meteorológicas variables, por lo que un día gris puede ser la excusa perfecta para conocer museos, visitar cafés acogedores o descubrir rincones menos turísticos pero igual de encantadores. Así, incluso bajo la lluvia, Bariloche siempre tiene algo para ofrecerte.
La Ruta de los Siete Lagos es una de las experiencias más emblemáticas para quienes visitan la Patagonia argentina, conectando Bariloche con San Martín de los Andes a través de un tramo espectacular de la Ruta 40. En el camino, vas a atravesar siete lagos de aguas cristalinas y paisajes majestuosos: Correntoso, Espejo, Escondido, Villarino, Falkner, Machónico y Lácar. Cada lago tiene su propio encanto, y durante el recorrido podrás hacer paradas para sacar fotos desde miradores que parecen sacados de un sueño, donde las montañas nevadas y los bosques nativos completan un paisaje único. Al llegar a San Martín de los Andes, te espera un encantador pueblo de montaña con un ambiente relajado y acogedor. Pasear por su centro es un placer: desde sus tiendas de artesanías hasta sus cafés y restaurantes con vista al lago Lácar, donde podés disfrutar de un almuerzo inolvidable frente al agua. La Ruta de los Siete Lagos es ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza y descubrir la magia de la Patagonia más auténtica. Podés hacer este recorrido en vehículo propio, en un bus temprano para aprovechar el día, o contratando una excursión que incluya guías locales y paradas especiales.
• Viaje por la Ruta de los 7 lagos y San Martín de los Andes
Sólo queda dejarse llevar por sus paisajes y sabores. A lo largo de este artículo recorrimos algunos de sus rincones más lindos, desde los clásicos imperdibles hasta joyas escondidas. Pero Bariloche siempre tiene algo nuevo que ofrecer. Para seguir descubriendo todo lo que este destino tiene para brindar, las excursiones y visitas guiadas que parten desde la ciudad son el mejor punto de partida para nuevas aventuras.
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